Uno de los mayores beneficios de la alimentación basada en plantas es el gran aporte de sustancias antioxidantes, pero ¿qué función tienen exactamente? Los antioxidantes tienen la capacidad de prevenir o retardar el daño celular ocasionado por los radicales libres, que son moléculas muy reactivas que pueden alcanzar niveles peligrosos.
Ciertos niveles de radicales libres son aceptables. El problema es que su actividad sobrepase los límites y la capacidad de las defensas naturales del cuerpo para reparar los daños ocasionados (2). En este momento, ocurre el proceso conocido como estrés oxidativo. Al crear daño celular, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, enfermedades del corazón, deficiencias del sistema inmune, enfermedad de Parkinson, entre otras dolencias (1, 2). Hay factores que pueden incrementar la producción de radicales libres, como la inflamación. Hay otros de orden externo, como el tabaquismo, la contaminación, la exposición a rayos UV, el consumo de productos alimenticios ultraprocesados o la radiación, entre otros.
¿Entonces, en dónde puedes obtener antioxidantes? En los alimentos de origen vegetal. Hay que destacar que estoy hablando de alimentos, no de suplementos. La acción de estas sustancias es muy compleja: depende de muchos factores, incluida su interacción con otros elementos presentes en los alimentos enteros, no refinados. Hay evidencia que muestra que sustancias como la vitamina E o la C no son antioxidantes cuando se suministran aisladas, en comprimidos o pastillas. Solo cuando se consumen en los alimentos tiene una acción antioxidante, que son su vehículo natural (2). Otros ejemplos de antioxidantes presentes en los alimentos de origen vegetal son la vitamina A, el betacaroteno, el licopeno, la luteína, el selenio, el manganeso, los flavonoides, los polifenoles y los fitoestrógenos, entre otros (1).
Cómo el Dr. Michael Greger lo menciona (3), la acción de las sustancias antioxidantes se puede observar cuando se expone al ambiente un trozo de fruta cortada. Mientras que frutas, como el mango o los frutos rojos, no sufren grandes daños, por la abundante presencia de sustancias antioxidantes. Esto no ocurre, por ejemplo, con un trozo de manzana o banano, que tienen un menor contenido de antioxidante o se concentran más en la cascara, para el caso de la manzana. Este mismo poder antioxidante puede experimentarse en el organismo, cuando se consumen alimentos de origen vegetal ricos en estas sustancias.
Alimentos ricos en antioxidantes
Frutas y vegetales, en especial los de color rojo, violeta, amarillo, naranja y verde intenso
Nueces y semillas
Cereales no refinados o enteros
Leguminosas, como el fríjol rojo y negro
Si quieres aumentar el aporte de sustancias antioxidantes, céntrate en consumir gran variedad de alimentos de origen vegetal, no procesados, con colores vibrantes, hermosos.
¿Qué son los antioxidantes?
Uno de los mayores beneficios de la alimentación basada en plantas es el gran aporte de sustancias antioxidantes, pero ¿qué función tienen exactamente? Los antioxidantes tienen la capacidad de prevenir o retardar el daño celular ocasionado por los radicales libres, que son moléculas muy reactivas que pueden alcanzar niveles peligrosos.
Ciertos niveles de radicales libres son aceptables. El problema es que su actividad sobrepase los límites y la capacidad de las defensas naturales del cuerpo para reparar los daños ocasionados (2). En este momento, ocurre el proceso conocido como estrés oxidativo. Al crear daño celular, puede aumentar el riesgo de padecer cáncer, enfermedades del corazón, deficiencias del sistema inmune, enfermedad de Parkinson, entre otras dolencias (1, 2). Hay factores que pueden incrementar la producción de radicales libres, como la inflamación. Hay otros de orden externo, como el tabaquismo, la contaminación, la exposición a rayos UV, el consumo de productos alimenticios ultraprocesados o la radiación, entre otros.
¿Entonces, en dónde puedes obtener antioxidantes? En los alimentos de origen vegetal. Hay que destacar que estoy hablando de alimentos, no de suplementos. La acción de estas sustancias es muy compleja: depende de muchos factores, incluida su interacción con otros elementos presentes en los alimentos enteros, no refinados. Hay evidencia que muestra que sustancias como la vitamina E o la C no son antioxidantes cuando se suministran aisladas, en comprimidos o pastillas. Solo cuando se consumen en los alimentos tiene una acción antioxidante, que son su vehículo natural (2). Otros ejemplos de antioxidantes presentes en los alimentos de origen vegetal son la vitamina A, el betacaroteno, el licopeno, la luteína, el selenio, el manganeso, los flavonoides, los polifenoles y los fitoestrógenos, entre otros (1).
Cómo el Dr. Michael Greger lo menciona (3), la acción de las sustancias antioxidantes se puede observar cuando se expone al ambiente un trozo de fruta cortada. Mientras que frutas, como el mango o los frutos rojos, no sufren grandes daños, por la abundante presencia de sustancias antioxidantes. Esto no ocurre, por ejemplo, con un trozo de manzana o banano, que tienen un menor contenido de antioxidante o se concentran más en la cascara, para el caso de la manzana. Este mismo poder antioxidante puede experimentarse en el organismo, cuando se consumen alimentos de origen vegetal ricos en estas sustancias.
Alimentos ricos en antioxidantes
Si quieres aumentar el aporte de sustancias antioxidantes, céntrate en consumir gran variedad de alimentos de origen vegetal, no procesados, con colores vibrantes, hermosos.
Referencias